El Faro
El Grupo Educativo de Convivencia masculino “El Faro”, es un centro gestionado por la Asociación GINSO por contrato de gestión con la Junta de Andalucía. Inicia su andadura en enero de 2016, dando cobertura a la Ley Orgánica 5/2000 Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores.
Este centro se encuentra ubicado en la localidad de Mazagón, provincia de Huelva, alojado en un entorno con múltiples recursos como IES, bibliotecas, centro de salud, comercios de variedad, centros e instalaciones deportivas, de ocio, y culturales, entre otros, todos ellos necesarios y esenciales para el normal desarrollo de los procesos y la completa integración de los menores en la vida comunitaria.
Por tanto hablamos de unas instalaciones que cubren perfectamente todas las necesidades de los menores, en unos espacios amplios, luminosos y con una adecuada ventilación, contando con las áreas necesarias para la ejecución de cada actividad, y todo ello al servicio del proyecto socioeducativo del Grupo de Convivencia, para favorecer su desarrollo y en definitiva el normal proceso de evolución de los menores.
El personal educativo cuenta con la titulación universitaria en diplomatura y/o licenciatura en ciencias sociales, o con la acreditación de dos años de experiencia profesional en el ámbito de menores.
Existe un calendario de distribución de turnos que garantiza que se cubran todos los turnos de mañana, tarde, noche y fines de semana y festivos que da cobertura al centro las 24 horas de los 365 días al año. Los turnos se estructuran en pro de una optimización real de los procesos educativos de los menores en todo momento.
Los criterios generales de la intervención educativa de los menores en el Grupo Educativo se enmarcan en una metodología globalizadora y multidisplicinar de medio abierto, contemplándose actividades y acciones dirigidas a la reeducación, transformación, resocialización, expresión e incremento de una regeneración en las HHSS que posibilita nuevos esquemas de comportamiento y de interacción con las áreas de relación de los menores, siendo para ello sustancial y prioritario el trabajo específico con las familias, recuperando relaciones y dinámicas adecuadas y restableciendo estructuras normalizadas. Así, se establece claramente los objetivos del proceso de cada menor en tres líneas de actuación: la intervención individual, la intervención grupal, y la intervención familiar.
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